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viernes, 28 de mayo de 2010

Un arqueólogo danés quien dedicó su vida y su carrera a México.

Por: Julie Estroeyer

Frans Blom (1893-1963)


Frans Blom nació en el año de 1893, hijo de una familia de clase media-alta dentro de la sociedad Copenhague, Dinamarca. En 1919 abandonó el lujoso mundo que le rodeaba en Copenhague para efectuar un viaje que le cambió para siempre la vida.

La vida campesina y lo misterioso que era México, en aquel entonces, para el resto del mundo, fueron influencias decisivas en su decisión de viajar al nuevo continente.
En 1928 tuvo su primer acercamiento con los mayas lacandones, hacía quienes mostró mucho interés.

El poder convivir con ellos le permitió tornarse más sensitivo y percibir la importancia de salvaguardar sus patrimonios culturales y naturales, así como compartían la pasión existente por la cultura maya.
Mientras pasaba la segunda guerra mundial Blom buscaba de árboles de hule en Chiapas. Su relación con la civilización maya tuvo como consecuencia que realizara una búsqueda constante de sitios arqueológicos. Su trabajo como cartógrafo y sus trabajos de investigación se convirtieron en relatos importantes para aproximarse a la cultura maya.

En el año 1950 compraron una casa vieja en el centro de San Cristóbal, a la cual nombraron, Na Bolom, y ahí vivieron hasta su fallecimiento. 
El Centro de Estudios Na Bolom en San Cristóbal de las Casas es la cúspide del trabajo de Frans Blom y su esposa, Gertrude Buby Blom, quien era  originaria de Suiza. Se ha vuelto un Centro de Estudios muy importante en el ámbito de arqueología e historia en México.

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