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miércoles, 9 de junio de 2010

LA PINTURA DE LEONARDO DA VINCI

Por: MelVa Coconi.
Leonardo di ser Piero da Vinci o Leonardo da Vinci, fue un pintor florentino y polímata nacido en Vinci el 15 abril de 1452.
Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres, La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos derivados. El primer trabajo de Leonardo que se conoce es una parte del Bautismo de Cristo de Verrocchio y sus alumnos.

Leonardo da Vinci, durante la mayor parte de su vida, adoptó un tipo de religión ignóstica, pues en la mayoría de sus escritos o reflexiones donde usaba el término Dios lo usaba en modo de cuestionamiento: 
«Si Dios existe, le voy a pedir cuentas de lo absurdo de la vida, del dolor, de la muerte, de haber dado a unos la razón y a otros la estupidez [...] y de tantas otras cosas». 
Sin embargo, Leonardo fue un furioso anticlerical. Criticó la riqueza de algunos clérigos, la explotación del temor y la credulidad de los creyentes, así como la venta de indulgencias y la rebuscada devoción a los santos. Por el hecho de vivir antes de que estallara la Reforma en Europa, en 1517, Leonardo manifestaba unas opiniones que estaban muy extendidas, especialmente en los círculos intelectuales, aunque también entre muchos católicos observantes y piadosos, disgustados por los excesos que observaban en las vidas de los líderes de la Iglesia. 

La homosexualidad de Leonardo era un tema muy controversial e importante para los expertos; siendo calificado como un «tema sensible».Se considera que las probabilidades de que Leonardo tuviera entre sus brazos a una mujer eran nulas. Algunas datos que apoyaban la homosexualidad de Leonardo, era que una vez formado como pintor destacado sólo admitía como discípulos niños y adolescentes de singular belleza —tal es el caso de Salai, con quien se presume tuvo una relación sentimental—, con los cuales se conducía bondadosamente, asistiéndolos por sí mismo cuando enfermaban. A causa de esto, ninguno de sus discípulos —Cesare de Sesto, G. Boltraffio, Andrea Salaino, Francesco Melzi— llegó a ser un artista de renombre.

Falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519 a los 67 años de edad, acompañado de su fiel Francesco Melzi, a quien legó sus proyectos, diseños y pinturas.

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