Unas 95.000 personas en el estadio “Soccer City” en la ciudad de Johannesburgo -y como miles de millones de gente alrededor del mundo fueron hoy testigos de la inauguración del primer Mundial de Fútbol celebrado en el Continente Africano.
Por: Julie Stroeyer
Considerado como el país mas desarrollado del continente africano, Sudáfrica, esta bajo presión para cumplir con las responsabilidades de ser anfitrión de un evento de tanta importancia.
Y buen todo parece que así será. Se han invertido millones y millones de dólares en la construcción de estadios de futbol de primer nivel, y también en cosas socialmente más importantes como el desarrollo de la infraestructura.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, expresó hace poco que su país "empezó a vivir" y que "jamás volverá a ser el mismo después de esta Copa del Mundo".
A sus 91 años y con un estado de salud bastante delicada, Mandela había confirmado que estaría presente en el estadio para apoyar a su equipo cuando se enfrentaba contra México en el partido inaugural. Sin embargo, no pudo asistir por el fallecimiento de una de sus bisnietas en un accidente después del concierto de inauguración en la comunidad de Soweto.
Para los sudafricanos su arma más poderosa es la “vuvuzela” - una trompeta de plástico cuya extensión hace que su sonido penetre en los tímpanos de los jugadores en el campo. Desafortunadamente no logro molestar lo suficiente a los mexicanos.
Aparte del particular instrumento, Sudáfrica cuenta con los Sangoma (espiritistas), cuyos ancestros ya han pronosticado que los anfitriones se llevarían los primeros tres puntos del Mundial. Desafortunadamente para ellos así no fue, pero para México eso fue una ventaja!
Nada de esto pareció agitar a un Aguirre quien apareció sereno ante los medios de comunicación. No le preocupaban los ruidos ni lo que decían los espíritus.
"No nos falta nada, estamos donde queremos estar".
Y en fin tuvo razón Aguirre, no perdió México, pero tampoco ganaron. ¡Estaban donde querían estar!
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